domingo, 1 de septiembre de 2013

ARGUMENTO DE LA OBRA (LA CASA DE BERNARDA ALBA)



Introducción a La casa de Bernarda Alba:

Federico García Lorca escribió La casa de Bernarda Alba en 1936, poco antes de morir. Esta gran obra que se publicó póstumamente en 1945 muestra la maestría con la que Lorca aunaba la tradición con la vanguardia. La tradición aparece en la representación de la represión ejercida sobre las mujeres en una familia rural de Andalucía, así como en la influencia tan marcada de la tragedia griega y el teatro del Siglo de Oro. La abundancia de simbología es de carácter vanguardista y muy común en las obras de Lorca y de la generación del 27. En esta pieza Lorca también combina el compromiso social con el concepto de ars gratia artis (el arte por el arte).


Argumento

Tras la muerte de su segundo esposo, Bernarda Alba se recluye e impone un luto riguroso y asfixiante por ocho años, prohibiendo a sus cinco hijas a que salgan a la calle. Cuando Angustias, la primogénita y la única hija del primer marido, hereda una fortuna, atrae a un pretendiente, Pepe el Romano. El joven se compromete con Angustias, pero simultáneamente enamora a Adela, la hermana menor, quien está dispuesta a ser su amante. Durante un encuentro clandestino de los amantes, María Josefa, la madre de Bernarda que mantienen encerrada por su locura, sale con una ovejita en los brazos y canta una canción absurda pero llena de verdades. Cuando Bernarda se entera de la relación entre Adela y Pepe, estalla una fuerte discusión y Bernarda le dispara a Pepe, pero éste se escapa. Tras escuchar el disparo, Adela cree que su amante se haya muerto y se ahorca. Al final de la obra, Bernarda dice que Adela se murió virgen para guardar apariencias, y exige silencio, como en el comienzo de la obra.


Planteamiento y temática

Tras la muerte de su segundo marido, Bernarda Alba impone a sus cinco hijas, como luto, una larga y rigurosa reclusión. Se trata de la exageración de una costumbre real, de una tradición llevada a extremos increíbles. Pero esa misma exageración, ese exceso sitúa la obra en el plano de lo legendario, de lo simbólico, del mito.

En esa situación extrema (situación límite) los conflictos, las fuerzas, las pasiones se agrandarán, se desarrollarán hasta la exasperación. Catalizador de las fuerzas encerradas en la casa será la figura de Pepe el Romano, pretendiente o novio de Angustias, hija mayor y heredera, pero atraído por la juventud y belleza de Adela, la menor, y amado, a su vez, por Martirio.

Tal es la situación de la que arranca Lorca para dar cuerpo dramático a su temática más personal y profunda. Se ha dicho que el tema central de la obra es el enfrentamiento entre autoridad y libertad o el conflicto entre la realidad y el deseo. Podría hablarse de rebeldía contra represión, de naturaleza contra tradición,...

Frente al autoritarismo y la represión representada por Bernarda Alba, las hijas encarnarán una gama de actitudes que van de la más pasiva sumisión, frustrante, a la rebeldía más abierta, imposible. En suma, nos hallamos pues, ante una, al parecer frustración irreparable. Es por este motivo, por lo que hablábamos de necesidad de la tragedia. Las raíces de la frustración se pueden situar en un plano social con un fuerte componente moral, lo cual conduciría a señalar una serie de temas conexos con la temática central: la moral tradicional y la presión social sobre los individuos; las diferencias sociales, con lo que llamaremos el orgullo de casta; y, en fin, la condición de la mujer en la sociedad española de la época.

Cabría señalar los distintos temas: el tema del "¿qué dirán?" y las apariencias. El honor, la pasión condenada a la soledad o la muerte, la muerte y el luto, al igual que la consiguiente reclusión frente al ansia amorosa simbolizada por Pepe el Romano, también son temas importantes del drama. Contrasta también el enfrentamiento entre autoridad y libertad y la rebeldía contra la represión. Se oponen el autoritarismo y la represión a la que Bernarda somete a sus hijas frente a su sumisión o rebeldía. Otros temas son la frustración irreparable (social) y la moral tradicional y la presión social sobre los individuos, al igual que las diferencias sociales entre mujeres y hombres.


El Espacio

La acción se desarrolla en la casa de Bernarda Alba, un espacio cerrada. Es el mundo del luto, del silencio, de la ocultación, en fin, un espacio propicio para situaciones límite. Este lugar, comparado a lo largo de la obra con un "convento", un "presidio", un "infierno" transmite una atmósfera sofocante. Parece faltar el aire, el agua en este mundo que pone barreras a las fuerzas de la vida, "en el que se respira la muerte"

Se opone totalmente al interior de la casa y la represión a la que las hijas son sometidas, el mundo exterior; de él llegan ecos de pasiones elementales o de un erotismo desatado. Este mundo exterior está regido por convenciones: "qué dirán". El pueblo en el que tiene lugar la acción es considerado como un mal pueblo por tener pozos en lugar de río. En este caso el río simboliza la fuerza vital, el erotismo, mientras el pozo indica claramente la muerte.


El Lenguaje

Se puede observar claramente la maestría del diálogo, que se caracteriza por su fluidez, el nervio y la intensidad. Predominan las réplicas cortas y rápidas y a menudo llama la atención su sentenciosidad. Se unen realidad y poesía.

El lenguaje lorquiano tiene además un intenso sabor popular. Está hondamente enraizado en el habla popular, especialmente en la andaluza, lo cual se puede observar claramente en los giros y palabras, en el gusto por la hipérbole y en la creatividad.

Se debe mencionar también la dimensión poética del diálogo, cargado de simbolismo: imágenes y comparaciones. Con ello se crea una atmósfera dramática y se consigue una individualización de los personajes.


Estructura

Estructura externa

La obra se puede estructurar en tres actos si atendemos a su estructura externa.

Estructura interna

Se aprecian tres partes distintas en la obra. Primero aparece una exposición de la situación, una localización espacio - temporal y una presentación de los personajes. Se dice que ha muerto el señor Alba y que Bernarda va a imponer el luto en su familia. En la segunda parte, el desarrollo, se anuncia la boda de Angustias con Pepe el Romano y a partir de este momento la tensión va en aumento. Se muestran las envidias y amores de las demás hermanas, aparece el misterio de las ventanas y de los encuentros nocturnos. El momento cumbre es cuando se desvela que Adela y Pepe habían mantenido una relación. La última parte, el desenlace, tiene un final trágico, el suicidio de Adela al creer ésta que su madre ha matado a su amado Pepe.

Los personajes

Bernarda
nombre: "con fuerza de oso"
encarnación hiperbólica de las fuerzas represivas representa las convenciones morales y sociales más añejas / mentalidad tradicional vigente

importancia de las críticas: el "qué dirán", apariencia, buena fachada aun cuando no se corresponda con la realidad
oposición a impulsos eróticos: la decencia, la honra, la obsesión por la virginidad
concepción tradicional del papel de la mujer frente al del hombre (a las mujeres se les exigirá mayor rigidez; a los hombres "todo se les consiente".
orgullo de casta: conciencia de pertenecer a una capa social superior è por ello impide un noviazgo de Martirio (por razones sociales)
a todas las hijas les recuerda a qué obliga pertenecer el ser "de su clase", el haber nacido "con posibles"
autoridad, poder indicados por el bastón, que siempre lleva en escena, y el lenguaje prescriptivo (órdenes, prohibiciones, "Silencio")
"tirana", "mandona", "dominanta"
poder irracional unido a un claro voluntarismo, ceguera que le hace tomar sus deseos por realidades, un querer que las cosas sean como su voluntad dispone


Las hijas

Todas las hijas viven entre la reclusión impuesta y el deseo del mundo exterior ("querer salir"). Todas ellas están más o menos obsesionadas por lo erótico. Estos anhelos eróticos pueden ir unidos (o no) a la idea del matrimonio, único cauce permitido para salir de aquel encierro.

Las cinco hijas de Bernarda encarnan un abanico de actitudes que van de la sumisión o la resignación a la rebeldía.


Angustias

39 años; hija del primer matrimonio
heredera de una envidiable fortuna que no tarda en atraer, pese a su edad y su falta de encantos a Pepe el Romano
ha perdido la ilusión y la pasión ya.


Magdalena

30 años
por una parte da muestras de sumisión, pero puede sorprendernos con amargas protestas. Ella hubiera preferido ser un hombre, ya que ya ha abandonado la idea de casarse.


Amelia

27 años; personaje más desfigurado: resignada, medrosa y tímida
nombre: "sin miel"


Martirio

24 años
personaje más complejo. Pudo haberse casado, si su madre no se hubiera
enferma; depresiva; pesimista
(pasión que lleva hasta una irreprimible vileza.


Adela

20 años
encarnación de la abierta rebeldía
la más joven, hermosa, apasionada
su vitalismo (traje verde), su fuerza, su pasión le hacen prorrumpir en exclamaciones escandalosas: "¡Mi cuerpo será de quien yo quiera!" o "¡Lo tendré todo!"
en desafío abierto con la moral establecida, está dispuesta a convertirse en querida de Pepe el Romano aunque sea ponerse una "corona de espinas"
momento culminante: cuando rompe el bastón de mando de Bernarda è rebeldía trágica
nombre: "de naturaleza noble"


Otros Personajes

Maria Josefa
la abuela en sus palabras se mezclan locura y verdad"¡Déjame salir!": portavoz de un anhelo común agranda líricamente los problemas centrales: la frustración de las mujeres, el anhelo de matrimonio y de maternidad, el ansia de libertad, de espacios abiertos, ...


La Poncia

vieja criada: interviene en las conversaciones, en los conflictos, hace advertencias, da consejos, hasta tutea a Bernarda
pero ésta no deja de recordarla las distancias que las separan è ella asume su condición pero está llena de un rencor contenido
conversaciones con las hijas: modo abierto y descarado de hablar de lo sexual aportarán un elemento de contraste y turbias incitaciones
sabiduría rústica por su desgarro popular y por el sabor, la riqueza y la creación de su habla


La criada
menor relieve que Poncia
participa del rencor hacia el ama (y hacia el difunto marido, que la acosaba), aunque se muestra sumisa e hipócrita
obedece a la Poncia pero es altanera y ruda con la mendiga


Pepe el Romano

no aparece en escena pero está omnipresente
encarnación del Hombre, del "oscuro objeto del deseo"
con todo lo que se va diciendo de él se compone un retrato suficientemente perfilado
su doblez: va detrás del dinero de Angustias, pero enamora a Adela
papel "catalizador" de las fuerzas latentes



PELICULA (LA CASA DE BERNARDA ALBA)




La casa de Bernarda Alba es una obra teatral en tres actos del escritor Federico García Lorca, escrita posiblemente en 1936

La obra cuenta la historia de Bernarda Alba que, tras haber enviudado por segunda vez a los 60 años, decide vivir los próximos ocho años en el más riguroso luto. En la obra destacan rasgos de la 'España profunda' de principios del siglo XX que vivía en una sociedad tradicional muy violenta en el que el papel que la mujer jugaba es secundario, mezclado con un fanatismo religioso y el miedo a descubrir la intimidad. Con ella viven sus cinco hijas (Angustias, Magdalena, Amelia, Martirio y Adela) y sus criadas, entre las que se encuentra Poncia, una criada que ha vivido muchos años al servicio de la anciana.

Sin personajes masculinos en escena. El apellido de las mujeres de la obra es simbólico y significa castidad.

EL VANGUARDISMO


Es la más radical revolución que sufre el arte y la literatura en su historia.

Esta tiene lugar alrededor de 1914, año en que comienza la primera guerra mundial, que de la mano con los avances tecnológicos, los amplios conocimientos históricos, la crisis espiritual que surge por el momento que se vive despierta conciencia para un nuevo cambio que se origina en la humanidad. Esta es la razón del punto de partida del surgimiento de varias escuelas artísticas que expresan el desmoronamiento del orden burgués y del clasicismo. Entre esas escuelas están:

El expresionismo, cubismo, ultraísmo, futurismo, el creacionismo, entre otras.

El Vanguardismo inaugura un nuevo modo de ver la literatura caracterizado por la primacía del prosaísmo versus musicalidad, feísmo versus preciosismo y absurdo versus comunicación lógica. De ahí que las vanguardias tuviesen en sí un carácter límite. Ruptura de la traición que habíamos heredado pero también ruptura de la ruptura, rechazo de la imitación. Los poetas vanguardistas se caracterizan, además, por: 

Rendir culto a la novedad y a la sorpresa. Los poetas vanguardistas cambian la estructura formal del poema. 

Renovar completamente los recursos expresivos. Metáforas, la imagen y otros recursos se convierten en reveladores de una dimensión interior. 

Exploración de lo irracional. El verso se presenta sin leyes métricas ni lógicas, regido por el juego, las similitudes y el azar. 

Introducir referencias a la vida moderna y al desarrollo. Modos de vida, tecnología, preocupaciones, miedos, etc. 


Características generales del Vanguardismo


Cosmopolitismo: las calles de todas las ciudades forman una red internacional más vital que la red de las academias. 

Actitud ante la literatura como juego intrascendente, esteticismo. Abolición de los ornamentos, oscuridad rebuscada. Esquematismo. 

Ingenio: ingeniosidad y fantasía frente a la realidad. Aforismos. Culto a la novedad y a la sorpresa. 

Sentimientos: deshumanizan el arte obliterado todas las fuentes del sentimentalismo. Destruían el “yo”. Horismo. 

Feísmo: desorden, estrafalario, chocante, anti-bello. 

Morfología: lengua no comunicativa, el letrismo, la jitanjáfora y caligramas. 

Sintaxis: destrucción de la sintaxis. Palabras en libertad. Se tachaban los nexos, las frases medianeras. 

Métrica: abandono de los moldes eutróficos, de la rima, de la medida, del ritmo. Prosaísmo. 

Temas: exclusión de lo narrativo y anecdótico. 

Imaginismo: la metáfora. 


El lenguaje del Vanguardismo

Su instrumento es la palabra y la fantasía ilimitada. Por medio de la palabra se destruye la realidad y transforma al objeto en idea pura, en esencia espiritual, en juego de ensueños plurivalentes. La sugestión sonora y asociativa del lenguaje importa más que su significado, los versos suenan e insinúan, más que dicen. La palabra tiene múltiples ecos y se carga de contenidos misteriosos, de significados equívocos, no unívocos, de reflejos interiores.

Esta poesía no es inteligible y como se abre a múltiples interpretaciones, el lector se convierte en un co-creador.


Las Vanguardias

Como en la época del “modernismo”, los dos centros de la vanguardia fueron Buenos Aires (Borges, Girando, Molinari) y México (Pellicer, Villaurrutia, Gorostiza). En Cuba aparece la poesía mulata: para cantar, bailar y mal decir (Nicolás Guillén, Emilio Ballagas); En Ecuador, Jorge Carrera Andrade inicia un “registro del mundo”, inventario de imágenes americanas… Pero el poeta que encarna mejor este período es Pablo Neruda. Cierto, es el más abundante y desigual y esto perjudica su comprensión; también es cierto que casi siempre es el mas rico y denso de nuestros poetas. La vanguardia tiene dos tiempos: el inicial de Huidobro, hacia 1920, volatización de la palabra y la imagen; y el segundo de Neruda, diez años después; ensimismada penetración hacia la entraña de las cosas.

Octavio Paz
(El arco y la lira)

[…] La vanguardia suele asumir posiciones políticas radicalizadas, se propone romper con la estructura tradicional del lenguaje y postula el sueño y la locura como fuentes inspiradoras del arte. El origen del vanguardismo puede remontarse aproximadamente hasta la obra de Rimbaud y su apogeo programático comienza con las ideas de Apollinare; su perduración no ha cesado hasta el presente. Entre sus principales manifestaciones cabe incluir el surrealismo, el futurismo, el vorticismo, el imaginismo, la literatura de absurdo y el movimiento poético que en los países de habla inglesa se denomina modernismo.
Jaime Rest


La vanguardia se presenta como voluntad de desacreditar el arte que la precede: se burla de él, lo critica ferozmente e invita al abandono de las prácticas artísticas que considera caducas.

La vanguardia se ve a si misma como algo más que una doctrina estética y, normalmente, proclama formas de vida y compromisos totales como una actitud renovadora de la que el artista es profeta. De ahí lo llamativo y escandaloso de muchas de sus manifestaciones que, aparentemente, son ajenas a su programa, pero que, de hecho, son parte fundamental de su concepción.

La vanguardia es una búsqueda permanente y, en ese sentido, acepta su propia transitoriedad. En este sentido, cuenta con que será destronada por otro movimiento distinto, incluso antagónico, y de ahí deriva muchas veces su peculiar sentido lúdico e irónico del arte: todo es efímero y, si se acepta el aplauso común, el arte se convierte en algo académico, cosa odiada por el vanguardista.

El término Vanguardias surge en Francia durante los años de la Primera Guerra [1914-1917]. Su origen está precisamente en el vocablo francés avant-garde, término de origen militar y político, que venía a reflejar el espíritu de lucha, de combate y de confrontación que el nuevo arte del siglo oponía frente al llamado arte decimonónico o académico.

Desde el principio, el arte vanguardista adquiere una impronta provocadora contra lo antiguo, lo naturalista o lo que se relacionara con el arte burgués. No será causalidad que todas las primeras manifestaciones de estos vanguardismos estén repletos de actos y gestos de impacto social, como expresión de un profundo rechazo a la llamada cultura burguesa. La Primera Guerra, como expresión del afán imperialista y del profundo fracaso de esa burguesía por conseguir la paz, será el período en que, junto a actitudes diversas de rechazo a la guerra, afloren todas estas manifestaciones artísticas extraordinarias con una versatilidad y agilidad desconocidas hasta entonces. Los llamados ismos se sucederán uno tras otro.

No es ninguna casualidad que el surgimiento de los vanguardismos artísticos y literarios esté relacionado íntimamente con el periodo de mayor intensidad social, ideológica, en definitiva histórica, del siglo XX: el periodo que va desde la Primera guerra del 14 al inicio de la Segunda en 1939. En esos 15 ó 20 años cuajan las experiencias del nuevo arte: unas pasarán rápidamente, otras quedarán incorporadas al arte para siempre, pero la revolución de las formas y de los contenidos se producirá, sin duda, a partir de aquellas vanguardias de los años 20.


La Poesía Hispanoamericana

Pablo Neruda (1904 - 1973). El poeta revela preocupación por diversos temas:

El amor y la mujer. La mujer aparece asociada en su poesía a la fertilidad, símbolo de lo ideal e indestructible.

La soledad y la angustia. Sus poemas empalman una unidad entre los diversos elementos de la naturaleza: fauna, flora, símbolo del abandono, el caos, de las sociedades hispanoamericanas.

El compromiso político y social. El poeta se convierte en portavoz de las masas, acopia las denuncias, invocaciones y la historia épica del continente americano.

Las cosas sencillas de la vida cotidiana. El poeta nos hace descubrir la belleza de lo sencillo e insignificante en sus famosos libros de odas elementales.

Octavio Paz (1914). La poesía de Paz representa la conciliación de los recursos de la modernidad: surrealismo, dadaísmo, con la tradición. Tienen primacía en su poesía los temas de la identidad y el origen, sus grandes poemas como Piedra de Sol, Himnos entre ruinas, Pasado en claro… son una exploración del conocimiento de la mentalidad, de los mitos y de los somos del tiempo.

El amor, la mujer, el erotismo son los temas que pesan en al conciencia del poeta.

César Vallejo (1892 - 1938). Los temas esenciales en la poesía de Vallejo son el dolor, la pasión y las obsesiones y el absurdo. Su poesía representa el drama del hombre ante la percepción o el sentido de su propia existencia.

Vicente Huidobro (1893 - 1948). En Huidobro la poesía concebida como un modo de conocimiento. La palabra poética es sorpresa y maravilla; rechaza la imitación de la naturaleza y el poema extrae sus temas de lo social y de lo político. El poeta expresa un culto a las ideas.