Introducción a La casa de Bernarda Alba:
Federico García Lorca escribió La casa de Bernarda Alba en 1936, poco antes de morir. Esta gran obra que se publicó póstumamente en 1945 muestra la maestría con la que Lorca aunaba la tradición con la vanguardia. La tradición aparece en la representación de la represión ejercida sobre las mujeres en una familia rural de Andalucía, así como en la influencia tan marcada de la tragedia griega y el teatro del Siglo de Oro. La abundancia de simbología es de carácter vanguardista y muy común en las obras de Lorca y de la generación del 27. En esta pieza Lorca también combina el compromiso social con el concepto de ars gratia artis (el arte por el arte).
Argumento
Tras la muerte de su segundo esposo, Bernarda Alba se recluye e impone un luto riguroso y asfixiante por ocho años, prohibiendo a sus cinco hijas a que salgan a la calle. Cuando Angustias, la primogénita y la única hija del primer marido, hereda una fortuna, atrae a un pretendiente, Pepe el Romano. El joven se compromete con Angustias, pero simultáneamente enamora a Adela, la hermana menor, quien está dispuesta a ser su amante. Durante un encuentro clandestino de los amantes, María Josefa, la madre de Bernarda que mantienen encerrada por su locura, sale con una ovejita en los brazos y canta una canción absurda pero llena de verdades. Cuando Bernarda se entera de la relación entre Adela y Pepe, estalla una fuerte discusión y Bernarda le dispara a Pepe, pero éste se escapa. Tras escuchar el disparo, Adela cree que su amante se haya muerto y se ahorca. Al final de la obra, Bernarda dice que Adela se murió virgen para guardar apariencias, y exige silencio, como en el comienzo de la obra.
Planteamiento y temática
Tras la muerte de su segundo marido, Bernarda Alba impone a sus cinco hijas, como luto, una larga y rigurosa reclusión. Se trata de la exageración de una costumbre real, de una tradición llevada a extremos increíbles. Pero esa misma exageración, ese exceso sitúa la obra en el plano de lo legendario, de lo simbólico, del mito.
En esa situación extrema (situación límite) los conflictos, las fuerzas, las pasiones se agrandarán, se desarrollarán hasta la exasperación. Catalizador de las fuerzas encerradas en la casa será la figura de Pepe el Romano, pretendiente o novio de Angustias, hija mayor y heredera, pero atraído por la juventud y belleza de Adela, la menor, y amado, a su vez, por Martirio.
Tal es la situación de la que arranca Lorca para dar cuerpo dramático a su temática más personal y profunda. Se ha dicho que el tema central de la obra es el enfrentamiento entre autoridad y libertad o el conflicto entre la realidad y el deseo. Podría hablarse de rebeldía contra represión, de naturaleza contra tradición,...
Frente al autoritarismo y la represión representada por Bernarda Alba, las hijas encarnarán una gama de actitudes que van de la más pasiva sumisión, frustrante, a la rebeldía más abierta, imposible. En suma, nos hallamos pues, ante una, al parecer frustración irreparable. Es por este motivo, por lo que hablábamos de necesidad de la tragedia. Las raíces de la frustración se pueden situar en un plano social con un fuerte componente moral, lo cual conduciría a señalar una serie de temas conexos con la temática central: la moral tradicional y la presión social sobre los individuos; las diferencias sociales, con lo que llamaremos el orgullo de casta; y, en fin, la condición de la mujer en la sociedad española de la época.
Cabría señalar los distintos temas: el tema del "¿qué dirán?" y las apariencias. El honor, la pasión condenada a la soledad o la muerte, la muerte y el luto, al igual que la consiguiente reclusión frente al ansia amorosa simbolizada por Pepe el Romano, también son temas importantes del drama. Contrasta también el enfrentamiento entre autoridad y libertad y la rebeldía contra la represión. Se oponen el autoritarismo y la represión a la que Bernarda somete a sus hijas frente a su sumisión o rebeldía. Otros temas son la frustración irreparable (social) y la moral tradicional y la presión social sobre los individuos, al igual que las diferencias sociales entre mujeres y hombres.
El Espacio
La acción se desarrolla en la casa de Bernarda Alba, un espacio cerrada. Es el mundo del luto, del silencio, de la ocultación, en fin, un espacio propicio para situaciones límite. Este lugar, comparado a lo largo de la obra con un "convento", un "presidio", un "infierno" transmite una atmósfera sofocante. Parece faltar el aire, el agua en este mundo que pone barreras a las fuerzas de la vida, "en el que se respira la muerte"
Se opone totalmente al interior de la casa y la represión a la que las hijas son sometidas, el mundo exterior; de él llegan ecos de pasiones elementales o de un erotismo desatado. Este mundo exterior está regido por convenciones: "qué dirán". El pueblo en el que tiene lugar la acción es considerado como un mal pueblo por tener pozos en lugar de río. En este caso el río simboliza la fuerza vital, el erotismo, mientras el pozo indica claramente la muerte.
El Lenguaje
Se puede observar claramente la maestría del diálogo, que se caracteriza por su fluidez, el nervio y la intensidad. Predominan las réplicas cortas y rápidas y a menudo llama la atención su sentenciosidad. Se unen realidad y poesía.
El lenguaje lorquiano tiene además un intenso sabor popular. Está hondamente enraizado en el habla popular, especialmente en la andaluza, lo cual se puede observar claramente en los giros y palabras, en el gusto por la hipérbole y en la creatividad.
Se debe mencionar también la dimensión poética del diálogo, cargado de simbolismo: imágenes y comparaciones. Con ello se crea una atmósfera dramática y se consigue una individualización de los personajes.
Estructura
Estructura externa
La obra se puede estructurar en tres actos si atendemos a su estructura externa.
Estructura interna
Se aprecian tres partes distintas en la obra. Primero aparece una exposición de la situación, una localización espacio - temporal y una presentación de los personajes. Se dice que ha muerto el señor Alba y que Bernarda va a imponer el luto en su familia. En la segunda parte, el desarrollo, se anuncia la boda de Angustias con Pepe el Romano y a partir de este momento la tensión va en aumento. Se muestran las envidias y amores de las demás hermanas, aparece el misterio de las ventanas y de los encuentros nocturnos. El momento cumbre es cuando se desvela que Adela y Pepe habían mantenido una relación. La última parte, el desenlace, tiene un final trágico, el suicidio de Adela al creer ésta que su madre ha matado a su amado Pepe.
Los personajes
Bernarda
nombre: "con fuerza de oso"
encarnación hiperbólica de las fuerzas represivas representa las convenciones morales y sociales más añejas / mentalidad tradicional vigente
importancia de las críticas: el "qué dirán", apariencia, buena fachada aun cuando no se corresponda con la realidad
oposición a impulsos eróticos: la decencia, la honra, la obsesión por la virginidad
concepción tradicional del papel de la mujer frente al del hombre (a las mujeres se les exigirá mayor rigidez; a los hombres "todo se les consiente".
orgullo de casta: conciencia de pertenecer a una capa social superior è por ello impide un noviazgo de Martirio (por razones sociales)
a todas las hijas les recuerda a qué obliga pertenecer el ser "de su clase", el haber nacido "con posibles"
autoridad, poder indicados por el bastón, que siempre lleva en escena, y el lenguaje prescriptivo (órdenes, prohibiciones, "Silencio")
"tirana", "mandona", "dominanta"
poder irracional unido a un claro voluntarismo, ceguera que le hace tomar sus deseos por realidades, un querer que las cosas sean como su voluntad dispone
Las hijas
Todas las hijas viven entre la reclusión impuesta y el deseo del mundo exterior ("querer salir"). Todas ellas están más o menos obsesionadas por lo erótico. Estos anhelos eróticos pueden ir unidos (o no) a la idea del matrimonio, único cauce permitido para salir de aquel encierro.
Las cinco hijas de Bernarda encarnan un abanico de actitudes que van de la sumisión o la resignación a la rebeldía.
Angustias
39 años; hija del primer matrimonio
heredera de una envidiable fortuna que no tarda en atraer, pese a su edad y su falta de encantos a Pepe el Romano
ha perdido la ilusión y la pasión ya.
Magdalena
30 años
por una parte da muestras de sumisión, pero puede sorprendernos con amargas protestas. Ella hubiera preferido ser un hombre, ya que ya ha abandonado la idea de casarse.
Amelia
27 años; personaje más desfigurado: resignada, medrosa y tímida
nombre: "sin miel"
Martirio
24 años
personaje más complejo. Pudo haberse casado, si su madre no se hubiera
enferma; depresiva; pesimista
(pasión que lleva hasta una irreprimible vileza.
Adela
20 años
encarnación de la abierta rebeldía
la más joven, hermosa, apasionada
su vitalismo (traje verde), su fuerza, su pasión le hacen prorrumpir en exclamaciones escandalosas: "¡Mi cuerpo será de quien yo quiera!" o "¡Lo tendré todo!"
en desafío abierto con la moral establecida, está dispuesta a convertirse en querida de Pepe el Romano aunque sea ponerse una "corona de espinas"
momento culminante: cuando rompe el bastón de mando de Bernarda è rebeldía trágica
nombre: "de naturaleza noble"
Otros Personajes
Maria Josefa
la abuela en sus palabras se mezclan locura y verdad"¡Déjame salir!": portavoz de un anhelo común agranda líricamente los problemas centrales: la frustración de las mujeres, el anhelo de matrimonio y de maternidad, el ansia de libertad, de espacios abiertos, ...
La Poncia
vieja criada: interviene en las conversaciones, en los conflictos, hace advertencias, da consejos, hasta tutea a Bernarda
pero ésta no deja de recordarla las distancias que las separan è ella asume su condición pero está llena de un rencor contenido
conversaciones con las hijas: modo abierto y descarado de hablar de lo sexual aportarán un elemento de contraste y turbias incitaciones
sabiduría rústica por su desgarro popular y por el sabor, la riqueza y la creación de su habla
La criada
menor relieve que Poncia
participa del rencor hacia el ama (y hacia el difunto marido, que la acosaba), aunque se muestra sumisa e hipócrita
obedece a la Poncia pero es altanera y ruda con la mendiga
Pepe el Romano
no aparece en escena pero está omnipresente
encarnación del Hombre, del "oscuro objeto del deseo"
con todo lo que se va diciendo de él se compone un retrato suficientemente perfilado
su doblez: va detrás del dinero de Angustias, pero enamora a Adela
papel "catalizador" de las fuerzas latentes